Anónimas: «Poemas de amor del antiguo Egipto» (poesía)

Nuevas traducciones al español de poesía amorosa escrita por mujeres en el Antiguo Egipto.

Anónimas / Versiones de Ezra Pound y Noel Stock
Traducciones al español de Jorge Ávalos
La Zebra | # 38 | Febrero 1, 2019

Encuentro a mi amado pescando

Encuentro a mi amado pescando,
sus pies en el agua, a la orilla del río.

Desayunamos juntos
y bebemos cerveza.

Le ofrezco la gracia de mis muslos.
Hechizado, él muerde el anzuelo.

Con candor confieso mi pasión

Con candor confieso mi pasión.
Te amo, sí, y deseo amarte
aún más cerca de mí,
como señora de tu casa,
tu brazo dispuesto sobre el mío.

¡Ah, tus ojos liberados!
Le hablo a mi corazón: «Mi señor
ha partido. Durante la noche
tomó sus cosas y partió
una vez más. Ahora soy una tumba».
Y me pregunto si algo quedará
de mis sentidos cuando regreses a mí.
¿Algo acaso?

¡Ah, pero esos ojos peregrinos
que te apartan de mí,
por siempre fijos en la jornada!
Y sin embargo confieso con candor
que no importa cuántos caminos emprendan,
si al final regresan a mí
viviré nuevamente.

La golondrina canta

La golondrina canta: «Alba,
¿Adónde se ha ido el alba?»

Así se desvanece mi feliz noche,
mi amado aún en la cama junto a mí.

Imagina mi gozo al oír su susurro.
«Nunca te dejaré», me dijo.
«Con tu mano en la mía, pasearemos
por cada bello sendero».
Además le deja al mundo saber
que soy la primera entre sus mujeres,
y mi corazón abandona su pesadumbre.

Canciones placenteras

I

¡Oh, flores de Mekhmekh, danos la paz!
Por vosotras seguiré los dictados de mi corazón.

Cuando me abrazas, amor,
tan fuerte es la luz que irradias
que sólo el bálsamo
podría dar sosiego a mis ojos.

Sabiendo con certeza que me amas
me anido junto a ti.

Mi corazón está seguro:
entre todos los hombres
tú eres mi fuente de luz.

El mundo entero resplandece.
Si sólo pudiésemos continuar durmiendo juntos,
de esta manera, hasta el fin de los tiempos.

II

Tan pequeñas son las flores de Seamu
que quienquiera que las mira se siente como un coloso.

Soy la primera entre tus amores,
como un jardín de hierba
y perfumadas flores, cubierta de rocío.

¡Qué placentero es el canal que has cavado
para encontrar la frescura de los vientos del norte!

¡Qué serenos son nuestros senderos
cuando tu mano descansa sobre la mía en pleno gozo!

Tu voz me da vida, como un dulce néctar.

Mirarte me alimenta y colma mis sentidos.

III

Hay flores de Zaít en el jardín.
Las corto y las enhebro formando
una guirnalda perfumada para ti.
Y cuando te embriagas demasiado
y te acuestas a dormir, soy yo
la que lava el polvo de tus pies.

La granada habla

La granada habla:

Mis hojas son como tus dientes,
mis frutos como tus pechos.
Yo, la más bella de las frutas,
estoy presente en todos los climas, en todas las estaciones,
como la amada permanece con su amante para siempre;
embriágate con «shedeh» y con vino.

Todos los árboles pierden sus hojas, todos
los árboles excepto la granada.
Sólo yo en todo el jardín no pierdo mi belleza,
alzada permanezco.
Cuando mis hojas caen
nuevas hojas retoñan.

Primera entre las frutas,
exijo que mi lugar sea reconocido;
no aceptaré un segundo lugar.
Y si recibo un nuevo insulto,
nunca oíras el fin de mis reproches.

Con los lotos florecidos

Con los lotos florecidos
y los lotos en capullos,
y los aceites y dulce mirra de toda especie,
tú estarás entre los agraciados,
pues el pabellón rosa es admirable
y muy bien atendido.

¡Allí está él!

¡Allí está él!
Vamos a rodearlo con nuestros brazos,
y no lo dejemos ir de nuestro lado el día entero.

 

Poemas seleccionados y traducidos de Love poems of Ancient Egypt, translated by Ezra Pound and Noel Stock, New Directions, 1978.