¿Está Honduras a las puertas de una nueva crisis política y social? Una diversidad de escritores, intelectuales y artistas hondureños toman posición ante las irregularidades e ilegalidades del proceso electoral.
Intelectuales y Artistas de Honduras*
La Zebra | #23 | Noviembre 29, 2017
Las y los firmantes, escritoras, escritores, artistas, trabajadoras y trabajadores del pensamiento y la cultura en Honduras, ante los sucesos relacionados con el proceso electoral realizado en el país el 26 de noviembre recién pasado, expresamos lo siguiente:
Desde el mismo momento que una Corte Suprema de Justicia politizada autorizó la reelección inconstitucional de quien ostenta actualmente la Presidencia de la República, sabíamos que estábamos frente a un proceso marcado por la ilegalidad. Sin embargo, al cerrarse las opciones, el pueblo hondureño decidió participar. Los resultados preliminares muestran una marcada disminución del alto grado de abstencionismo que caracterizó los dos procesos electorales previos.
Esta voluntad expresada por el pueblo hondureño de encontrar una salida a la situación del país por medio de las urnas se encuentra en peligro inminente de desembocar en una nueva y grave crisis política.
Ante la negativa del Tribunal Supremo Electoral de difundir los resultados en el plazo pertinente, y dadas las contradicciones evidentes entre la tendencia —calificada de irreversible— a favor del candidato de la Alianza Opositora y los nuevos resultados difundidos, que de manera progresiva se inclinan hacia el presidente en funciones, existen fundadas reservas sobre la imparcialidad del Tribunal.
Por otra parte, la difusión de rumores hecha desde círculos allegados al partido de gobierno sobre un toque de queda, así como el llamado del presidente (a la vez candidato inconstitucional) de defender lo que él asegura es la continuidad de su mandato por cuatro años más, contribuyen a crear un ambiente de inestabilidad y zozobra, caldo propicio para las provocaciones.
Las Fuerzas Armadas, que en 2009 ejecutaron un golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya, por promover una reelección inconstitucional, han avalado una clara y abierta violación de la Constitución de la República por parte del actual mandatario. En los actuales momentos, contingentes militares se movilizan en las principales ciudades del país, especialmente en Tegucigalpa, lo que contribuye a aumentar el temor de la población.
En estas circunstancias, existe la posibilidad fundada que los resultados que el Tribunal Supremo Electoral presente el próximo jueves 30 de noviembre no sean confiables, y que representen una burla a la voluntad manifiesta del pueblo hondureño, que se ha pronunciado contra la reelección ilegal.
Por lo anterior, a la comunidad nacional expresamos que como ciudadanos y ciudadanas tenemos la obligación de defender la voluntad mayoritaria expresada en las urnas, de forma pacífica y evitando la confrontación. Sin embargo, en caso extremo, nos ampara el artículo 3 de nuestra Constitución, que establece que: “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional”.
A las Fuerzas Armadas demandamos cumplir con su papel de garantes de la Constitución de la República y no prestarse a la violación de los derechos elementales del pueblo hondureño.
A los observadores internacionales, representaciones diplomáticas, organismos internacionales y comunidad internacional en general, les pedimos mantener su atención en los resultados de este proceso y contribuir para que el Tribunal Supremo Electoral actúe con transparencia.
A los escritores, escritoras, artistas e intelectuales del mundo, les pedimos permanecer atentos de lo que sucede en nuestro país y sumarse a la denuncia inmediata de cualquier violación de los derechos humanos, entre ellos, el derecho del pueblo de elegir a sus gobernantes.
Dejamos claro que el presente manifiesto no tiene fines partidarios. El compromiso es con la legalidad, con Honduras.
Tegucigalpa, 29 de noviembre de 2017.